La fama y la juventud

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Muy a menudo vemos en las noticias el fallecimiento de un famoso por sobredosis, por un accidente de tráfico en el que el famoso iba conduciendo o ebrio o con una velocidad por encima de la recomendable, etc. La norma común que parece haber en estas muertes es la de la juventud del famoso.

Y así es, la fama, suele llegar emparejada con bastante dinero y otros efectos colaterales, como ser el centro de atención, facilidad para ligar, etc.  Si esta llega cuando la persona es joven, sin tener formada todavía la personalidad, cuando todavía riesgo no se asocia a peligro, cuando todavía la mente de la persona joven es influenciable, suele producir conductas de riesgo, magnificadas por entornos poco escrupulosos y la búsqueda sin límites del placer, que suelen acabar trágicamente en accidentes o en adicciones que llenarán el vacío dejado por el verdadero cariño, la verdadera amistad, de las personas que realmente te aprecian, que se van perdiendo en el camino de locura emprendido por el joven famoso.

Esto es difícil de evitar en una sociedad cuyo mundo formativo se limita a la acumulación de conocimiento y que no trata de formar las jóvenes mentes con valores que les permitan una independencia de pensamiento, ni les hagan reflexionar ante la llegada, que las habrá, de estímulos vacíos de contenido pero agradables a corto plazo. Estos estímulos que llegan a los jóvenes normales, les llegan multiplicados a los jóvenes famosos, que se encontrarán sin defensas ante ellos.