Esta semana en la revista Sálvame

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Jessica Bueno asegura que no veremos a Francisco Rivera Bueno hasta que no tenga 18 años.

En el número 104 de la revista Sálvame, que ha salido a la venta este lunes 14 de enero, el primer reportaje está dedicado al modelo Andrés Velencoso, que asegura que Kylie Minogue es la mujer de su vida y que le gustaría casarse y tener familia dentro de poco. Por cierto, en una de las fotos aparece más bien desnudo, solo su muñeca derecha tapa esa parte de la anatomía en la que las lectoras están pensando.

Las páginas siguientes son para Jessica Bueno, que amadrinó la famosa dieta de la alcachofa por la nada despreciable cifra de 25.000 euros, algo más de 4 millones de las antiguas pesetas. Al menos, no dijo eso de que venía a hablar solo de la dieta, y contó que no hay crisis con Kiko Rivera, que discuten como todas las parejas, y que aunque le ve como el hombre de su vida, quieren esperar para casarse. Asegura que el pequeño Francisco se parece a los dos “el contorno de la cabeza es como su padre, luego tiene mi boca, mis ojos…” pero hasta ahí puede leer, porque asegura que no le vamos a ver hasta que no cumpla los 18 “Kiko y yo queremos mantenerle al margen de todo esto”. Será cuestión de echarle paciencia, y esperar al año 2030.

Mónica Cruz es la siguiente protagonista, ya que ha anunciado que su embarazo se debe a una inseminación artificial. Mónica, de 35 años, ha explicado que no quería arriesgarse a esperar que apareciese el compañero adecuado para cumplir su sueño de ser madre, y que cuando éste llegase a ella se le hubiera hecho tarde. Tenemos que felicitarla por su decisión y por haberla hecho pública, ya que como ella misma dice “estaba haciendo de esto, inconscientemente, un tema tabú”. Reconoce que está aprendiendo a vivir con el laberinto hormonal que se le está viniendo encima “ese par de tetas que aumentan por horas y que no reconozco como mías, y que son muy difíciles de manejar”.

Luego viene Penélope Cruz, que estuvo en Madrid con motivo de la premier de la película “Volver a nacer”, y Antonio Diéguez es claro en su crónica: Penélope Cruz pierde su glamour cuando viene a España. Escudada por quince guardias de seguridad, con un equipo que mandó callar a los periodistas, y sin quitarse el abrigo ni atender a ningún reportero, también fue muy criticada su imagen descuidada “iba mal peinada y su figura cada vez es más voluptuosa”. Por cierto, los “puntitos” dorados que llevaba en la oreja son de auriculoterapia, un tipo de acupuntura.

También podemos ver unas divertidas fotos de Hugo y María de GH en la estación de esquí de Baqueira, y después dos informaciones que no tienen nada de divertido. Isabel Sartorius aparece de nuevo muy desmejorada, y seguro que parte de esta tristeza que se refleja en su cara está motivada por la noticia de que la familia de su ex novio, Fernando Ballvé, fallecido en 2009, le reclama el dinero que éste le prestó para que pudiese montar su negocio de bolsos. Isabel asegura que fue un regalo, pero lo cierto es que se enfrenta a una deuda de 200.000 euros, algo más de 33 millones de pesetas.

La otra noticia poco agradable es la que cuenta la delicada situación de Ana Toro. Recién operada de un tumor maligno en la garganta, afronta la crianza de su bebé de seis meses. El padre del niño, un noruego de 51 años, ha regresado a su país y le manda algo de dinero, pero poco.  Cuenta Ana que, antes de entrar en GH era ejecutiva de publicidad, pero después no la contrató nadie porque la relacionaban con la tele. Tras trabajar un tiempo en Dinamarca, volvió a España, y como tenía pareja se planteó tener un hijo, pero sin ella tener trabajo, su pareja regresó a Noruega y ella tenía que pagar la hipoteca, el coche… incluso, con su difícil situación, mucha gente la animó a que abortase “pero yo quería tener a mi hija”. Cuenta muchas más situaciones tremendas en la entrevista, por ejemplo, que a veces se alimenta de una naranja al día. Ahora se va a vivir a una casa de acogida “allí no tendré que pensar en qué comer todos los días. A mi hija no le faltaba comida porque me daban leche en Cáritas para ella, pero a mí sí. Podré ponerle las vacunas que necesita y comerá a su hora”. Ahora lo que necesita es aprender noruego, sueco y danés en seis meses y marcharse a Noruega, donde tendría trabajo seguro en los cruceros que van por los fiordos, a los que acuden muchos españoles. Confiesa que, de sus compañeros de GH, sólo Mercedes Milá le ha ayudado “la adoro. Mi hija y yo no tenemos familia, y ella es como si lo fuera”. También Íñigo, de GH 1, la invitó a pasar las Navidades con él en Sevilla “pero yo no tenía dinero para pagar el tren”.

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